"Me siguen pidiendo que haga a Cristina"
El talentoso imitador presentará en San Juan el jueves próximo su show El impostor apasionado y antes conversó con DIARIO DE CUYO. Violeta Marcovich - Diario de Cuyo
Ser impostor es más que lograr solamente una buena una imitación y así lo entiende Martín Bossi, quien juega todas las fichas en su proyecto propio y avanza a paso firme desde que se catapultó a la fama en 2009 cuando imitó a la presidenta Cristina Kirchner en el bloque Gran Cuñado (ShowMatch), interpretación que le valió un Martín Fierro. Ahora el actor llega a San Juan para presentar su segundo espectáculo propio, El impostor apasionado, (ver aparte) un music hall con visos autobiográficos que sintetiza 10 años de escenarios. Bossi insiste en que no todo es mímesis (imitación) y que puede dejar a los personajes para mezclar géneros, sumando la comedia, el drama y el musical puro, acompañado por bailarines, músicos y vestuaristas en escena. "Es un lindo viaje", comentó a DIARIO DE CUYO, el hombre de las mil caras, que por el momento se dedica de lleno al teatro.
-¿Qué imitación te dio más satisfacción?
- En realidad la satisfacción fue haber podido descubrirme a mí, más que a otros. Empecé a los 30 y pico largos, largos, estoy encontrando muchas cosas a mí. En mi laburo el único éxito que tengo es poder llenar la heladera haciendo lo que amo. Eso y el amor de la gente.
-¿Cómo sentís la retribución de la gente?
-Es hermoso, es la cosa más linda que te puede pasar. A veces me pongo muy en suficiente y digo que no sé si necesito del amor. Antes era necesario tener una mujer al lado, una novia, una pareja, pero es tanto el amor que te da la gente que a veces se empieza a prescindir de algunas cosas. Es tan desbordante el amor del público que me llena.
-¿Por qué dejaste de hacer el personaje de Cristina?
-Porque fue una etapa que se había terminado. No con Cristina, sino yo con las máscaras de Showmatch, y punto, creo que hay que saber retirarse a tiempo.
-¿Pero se terminó porque creíste que la gente no lo consumía o fue un ciclo interno?
-No, al contrario, al día de hoy me siguen pidiendo que haga a Cristina, y no lo hago. No es que "Uy la pegué con Cristina y hago una obra de teatro'. Creo que hay etapas, tenemos que aprender a desprendernos de las cosas. Esa etapa terminó por más que yo haga mañana Cristina de vuelta, no sería lo mismo.
¿Qué opinás de la imitación de Fátima Flores, bastante parecida a la tuya?
- Mirá voy a dejarlo a tu criterio (risas). Me parece re lindo y a Fátima le deseo lo mejor, es una trabajadora. Yo creo que es loable de su parte que lo haga. Con mucho amor lo digo, no como algo malo. Sí, me veo identificado, en el juego cómico, como encaró el personaje, incluso muy parecido. Me genera amor, no es que me robó ni nada. Acá hay lugar para todos, los personajes no son de uno y ella está opinando de la Presidenta como quiere, como puede y lo hace bien, es una piba talentosa.
-Algunos dicen que sos el mejor imitador en este momento, ¿qué pensas de eso?
- No es un piropo para mí. Sí quizás el mejor copiador, pero en el fondo soy un actor que se ha dedicado a la mímesis, el día que me digan sos el mejor actor de la Argentina, sí voy a estar bien. Yo soy muy exigente, porque si después de tanto hinchar con esto no soy el mejor o uno de los mejores, me tengo que retirar. Igual donde estoy parado, no es un piropo esto del mejor imitador. Estoy en búsqueda de otras cosas.
-¿Cuáles?
-Y en la búsqueda de dejar de parecerme para empezar a ser. La actuación es una opinión y cuando imito, opino con mucha más verdad que antes. Pero también con 37 pirulos que tengo y una carrera por delante, si no profundizo en otros géneros seria una lástima.
- ¿Es fácil estar fuera de la televisión o hay que remarla más?
- Está buenísimo. Es tan lindo hacer tele como no hacerla. Yo no necesito aparecer para que sepan que existo. Hay una cultura de que si no apareces en televisión no existís; que la gente linda y exitosa está en la tele. Así obligan a los chicos a hacer cualquier cosa por estar.
-¿Te gustaría volver al programa de Tinelli?
- A ver, como producto fijo, no. Showmatch es un proyecto de Marcelo, yo lo acompañé durante mucho tiempo y lo quiero mucho, pero hoy estoy en mí proyecto. No quiere decir que mañana, por un ratito, decida acompañarlo al flaco (Tinelli) porque realmente me siento parte de esa historia. Si Marcelo me invita como esos viejos amigos que se toman un café, nos tomamos un café en cámara y por ahí alguna presentación especial podría llegar a divertirme.
-¿Qué imitación te dio más satisfacción?
- En realidad la satisfacción fue haber podido descubrirme a mí, más que a otros. Empecé a los 30 y pico largos, largos, estoy encontrando muchas cosas a mí. En mi laburo el único éxito que tengo es poder llenar la heladera haciendo lo que amo. Eso y el amor de la gente.
-¿Cómo sentís la retribución de la gente?
-Es hermoso, es la cosa más linda que te puede pasar. A veces me pongo muy en suficiente y digo que no sé si necesito del amor. Antes era necesario tener una mujer al lado, una novia, una pareja, pero es tanto el amor que te da la gente que a veces se empieza a prescindir de algunas cosas. Es tan desbordante el amor del público que me llena.
-¿Por qué dejaste de hacer el personaje de Cristina?
-Porque fue una etapa que se había terminado. No con Cristina, sino yo con las máscaras de Showmatch, y punto, creo que hay que saber retirarse a tiempo.
-¿Pero se terminó porque creíste que la gente no lo consumía o fue un ciclo interno?
-No, al contrario, al día de hoy me siguen pidiendo que haga a Cristina, y no lo hago. No es que "Uy la pegué con Cristina y hago una obra de teatro'. Creo que hay etapas, tenemos que aprender a desprendernos de las cosas. Esa etapa terminó por más que yo haga mañana Cristina de vuelta, no sería lo mismo.
¿Qué opinás de la imitación de Fátima Flores, bastante parecida a la tuya?
- Mirá voy a dejarlo a tu criterio (risas). Me parece re lindo y a Fátima le deseo lo mejor, es una trabajadora. Yo creo que es loable de su parte que lo haga. Con mucho amor lo digo, no como algo malo. Sí, me veo identificado, en el juego cómico, como encaró el personaje, incluso muy parecido. Me genera amor, no es que me robó ni nada. Acá hay lugar para todos, los personajes no son de uno y ella está opinando de la Presidenta como quiere, como puede y lo hace bien, es una piba talentosa.
-Algunos dicen que sos el mejor imitador en este momento, ¿qué pensas de eso?
- No es un piropo para mí. Sí quizás el mejor copiador, pero en el fondo soy un actor que se ha dedicado a la mímesis, el día que me digan sos el mejor actor de la Argentina, sí voy a estar bien. Yo soy muy exigente, porque si después de tanto hinchar con esto no soy el mejor o uno de los mejores, me tengo que retirar. Igual donde estoy parado, no es un piropo esto del mejor imitador. Estoy en búsqueda de otras cosas.
-¿Cuáles?
-Y en la búsqueda de dejar de parecerme para empezar a ser. La actuación es una opinión y cuando imito, opino con mucha más verdad que antes. Pero también con 37 pirulos que tengo y una carrera por delante, si no profundizo en otros géneros seria una lástima.
- ¿Es fácil estar fuera de la televisión o hay que remarla más?
- Está buenísimo. Es tan lindo hacer tele como no hacerla. Yo no necesito aparecer para que sepan que existo. Hay una cultura de que si no apareces en televisión no existís; que la gente linda y exitosa está en la tele. Así obligan a los chicos a hacer cualquier cosa por estar.
-¿Te gustaría volver al programa de Tinelli?
- A ver, como producto fijo, no. Showmatch es un proyecto de Marcelo, yo lo acompañé durante mucho tiempo y lo quiero mucho, pero hoy estoy en mí proyecto. No quiere decir que mañana, por un ratito, decida acompañarlo al flaco (Tinelli) porque realmente me siento parte de esa historia. Si Marcelo me invita como esos viejos amigos que se toman un café, nos tomamos un café en cámara y por ahí alguna presentación especial podría llegar a divertirme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario