jueves, 30 de agosto de 2012

Encuentro Cumbre

Mariano Iúdica estuvo invitado junto al Chato Prada al show de Martin Bossi en el Teatro Astral.
En un momento del show Bossi se convirtió en Iúdica para regocijo y risas de la platea, pero fundamentalmente para admiración del propio conductor, que no paraba de reírse con las ocurrencias de humorista en su imitación sobre el hombre que se convirtió en la revelación televisiva del 2012 con su personal conducción del “Soñando por Cantar”.

Pero las risas de Iúdica pasaron a la emoción y luego al llanto cuando Bossi dijo cuánto lo quería como amigo, lo que provocó que Iudica subiera al escenario para abrazarlo.
La sala colmada y sin una sola butaca vacía estalló en una gran ovación.
Martin Bossi está batiendo un record de recaudaciones en el Teatro Astral con su “Impostor apasionado” y piensa en agregar nuevas funciones.

Calamaro Impostado

Calamaro impostado

En el estreno de su nuevo espectáculo, “El impostor apasionado”, Martín Bossi le cantó Cara a cara a Micaela Breque, la novia del Salmón. La rubia accedió gustosa al juego.

16.08.2012
“Antes de la función me comentaron que ella estaba en el teatro y me pareció muy tentador cantarle Crímenes perfectos muy cerquita, como si fuese su Romeo en el balcón”. Y así fue. Martín Bossi estrenó El impostor apasionado en Capital y tuvo como invitada a Micaela Breque y, como una de las caracterizaciones más fuertes que tiene es la de Andrés Calamaro, Bossi aprovechó ese rol y encaró a la novia del Salmón para cantarle cara a cara el tema del disco Alta suciedad . “Ella me miraba y se reía, no lo podía creer -cuenta-. Le tengo una admiración muy grande a Calamaro, crecí escuchando a Los abuelos de la nada y cantarle a su mujer es la forma que tengo de homenajearlo”. En las distintas temporadas de sus shows, Bossi nunca se cruzó con Andrés Calamaro. “Lo más cerca que estuve de él fue cuando Twiteó: mirándolo a Martín Bossi me doy cuenta de que es más Calamaro que yo mismo.
Cuando leí eso me quedé congelado. Además, cuando estuve en el Velma Café, canté con su hermano Javier No me nombres . Sería un gran sueño encontrarme con Andrés en algún escenario como lo hice con Hilda Lizarazu y Diego Torres”.
Es habitual que en sus obras Bossi haga participar a los famosos que asisten para verlo. Por ejemplo, en el estreno marplatense de El impostor apasionado , durante la temporada de verano, intercambió con Sergio Goycochea. Pero la lista de celebridades es amplia: “China Zorrilla me vino a ver 17 veces y siempre le canto un tema de Sandro, porque le encanta y se emociona. Charly me vino a ver en su época más tranqui y como yo hago una versión suya muy loca, le dije “agarráme la vela”, pero no me contestó”. Sin embargo, dice el actor que entre todos los intercambios con famosos, uno realmente casi lo saca de quicio. “En el Conrad de Punta del Este vino Susana Giménez, me acerqué a su butaca y le pedí que se pare para abrazarla, pero me dijo al oído: corazón, no puedo pararme porque tengo el culo al aire.
Me quedé helado. Resulta que se le había rajado el pantalón.”

Cumbre Polino/Bossi

cumbre: Bossi y Polino ImprimirE-Mail
ImageEl periodista se rió a carcajdas y aplaudió de a Martín Bossi, quien lo imita en su exitoso en el .


Lejos de no animarse a imitarlo, al saber que Polino estaba en la platea del en la segunda función de ayer, Martín Bossi salió a escena y en un momento del hizo una de las imitaciones más festejadas y aplaudidas de "Martin Bossi...el impostor apasionado", la del popular periodista y jurado de "Bailando por un sueño" en un imperdible dialogo con Dios.

La platea rió a carcajadas al igual que Polino.

En el saludo final, Martin Bossi le dedicó la función al que sin dudas es uno de los pilares del jurado del "Bailando" y que creó todo un personaje con sus irónicas devoluciones a los que participan del programa.

Al termino del , Polino bajó a camarines para felicitar vivamente al .

domingo, 5 de agosto de 2012

Martin Bossi Me siento desprotegido , por eso Actuo

TEATRO

Martín Bossi: "Me siento desprotegido, por eso actúo"

El viernes estrena nuevo espectáculo, “El impostor apasionado”, en el que vuelve a interpretar una enorme galería de personajes. Dice que no es un imitador, sino un actor que se caracteriza. Prefiere el teatro a la TV y cuenta por qué los hombres necesitan las máscaras. Explica que en escena se siente protegido y que, en la vida, no tanto.

04.08.2012 | Por Gaspar Zimerman
El personaje que más popularidad le dio a Martín Bossi fue el de Cristina Fernández de Kirchner: construyó una lograda versión de la presidenta en 2009, en el Gran Cuñado de ShowMatch (El Trece), donde también interpretó a Mauricio Macri. Ahora está en pantalla otra falsa Cristina: la creada por Fátima Florez para Periodismo Para Todos , el programa de Jorge Lanata (también por El Trece). Hace dos meses, en Mendoza, Bossi fue consultado sobre el tema por diariouno.com.ar y opinó: “Hay una gran diferencia: yo la hice en un programa de humor y este es un programa político. Yo no lo haría. Respeto todo, pero no. De hecho, me ofrecieron hacerlo en el programa de Lanata y dije que no. No porque esté en contra o a favor de Lanata. Me parece una estupidez la guerra de Clarín y el Gobierno, me parece que estamos nosotros en el medio. Cuando mis papás se peleaban yo decía: ‘¿y yo?’ Yo era un tipo muy chistoso y cuando mis papás se peleaban no daba para hacer chistes. Así como no cuento mi vida privada, con quién me acuesto, tampoco cuento qué pienso sobre algunas cuestiones”.
Para alejarse de cualquier posible controversia, ahora Bossi dice que “hubo una mala interpretación”. Y explica: “Yo no estoy haciendo tele, no es que le dije que no a Lanata. Con Adrián Suar tengo una relación maravillosa y me ha ofrecido cosas que acepté, como Los únicos . En algún momento hasta hemos hablado de un programa propio. Yo fui honesto: mi negocio hoy es el teatro. Si tengo que hacer una presentación en la tele, es para el teatro. Yo estuve en lo de Marcelo (Tinelli), porque me encanta. Pero no voy a ser hipócrita, fui porque tenía que anunciar que iba a estar en el Astral”.
Era interesante lo que habías dicho acerca de los distintos contextos.
Yo hice política en lo de Marcelo porque me lo pidieron, no soy un humorista que se dedica al humor político. No entiendo de política. No me hago el boludo ni me lavo las manos, pero no es mi fuerte.
¿Y qué te parece Fátima Florez?
Maravillosa. Es una laburante, una persona valiente, una mujer que tiene muchas ganas en un país machista. Faltan mujeres que hagan reír.
¿Por qué decís que tu negocio está en teatro y no en la tele?
Esto fue premeditado. La televisión es un medio al cual agradezco, porque me permitió existir. Pero es un medio de transporte: no es para quedarse a vivir o para ponerte hablar con el chofer sobre con quién te acostás. Es para llegar a un lugar. Estando en Ideas del Sur no dejé ser un engranaje en el proyecto de otro: Marcelo, que es un monstruo. Yo quería mi proyecto también, y este es el mío. No querría tener un programa propio de televisión.
¿Por qué?
Antes sí se podía, hace 20 años, cuando la tele era otra cosa. Hoy es un arma de doble filo. Es muy peligrosa: te puede llevar al cielo o al infierno. Yo la elijo cuando la tengo que elegir. Hace poco hice a Mariano Iúdica en ShowMatch y la pasé bomba. Pero ya.
A Bossi no le vengan con el asunto de los imitadores. Si los dentistas son odontólogos, los porteros son encargados y los ciegos son no videntes, todos deberíamos tener derecho al eufemismo. Es lo que él reclama para su gremio. El de los imitad... No, perdón: el de los actores que caracterizan a personajes famosos. “Yo no hablo de imitación. Me parece terrible esa palabra”.
¿Por qué?
Porque es como decirle curandero a un médico o preguntador a un periodista. La mímesis es una rama de la actuación. Cuando me dicen “¿admirabas a Sapag como imitador?”, yo digo “no era un imitador, era un actor que imitaba”. Sandro empezó haciendo mímesis de Elvis. Jim Carrey y Eddie Murphy empezaron haciendo mímesis y stand up en bodegones.
Leí que la imitación es el primer eslabón en la cadena de la actuación. ¿Estás de acuerdo?
No, la imitación no. Si vamos a hablar correctamente, hay que hablar de mímesis. Aristóteles habló de mímesis. Es la base del aprendizaje: aprendemos por mímesis. Las primeras expresiones del hombre en la Tierra son mímesis: ¿la pintura rupestre qué es? ¿y la música étnica? Son copias de la Naturaleza. Somos animales miméticos.
Al hacer tanto hincapié en esa diferenciación, parecería que la mímesis es actuación clase B.
Al contrario, la estoy elevando. Cuando uno actúa utiliza referentes sociales para hacer personajes, que tienen que ver con uno y con la vida. Si hacés un policía, hay una referencia social. En la mímesis tenés una referencia concreta, pero se utiliza la misma técnica. Hay mímesis que fueron nominadas o ganaron Oscar, como Robert Downey Junior cuando hizo de Chaplin, o Marion Cotillard cuando hizo de Piaf. O el que hizo de Truman Capote.
La imit... perdón, la mímesis ¿es un género subvalorado?
Y, es subvalorado cuando te tratan de imitador. Yo defiendo al actor. Hay actores dramáticos, de comedia, de mímesis, actores de mímesis que pueden ser muy buenos haciendo drama... Los grandes comediantes, como Olmedo, hacían estereotipos sociales: el tonto, el manosanta. La mímesis también es identificación social: si hacés a Calamaro, todos saben quién es. Después está lo que vos hagas con la mímesis. Yo te copio a Calamaro y te doy mi opinión: para mí la actuación es una opinión.
¿Es lo mismo imitar a un jefe de Estado que a un mediático?
Yo respeto todo. Hace poco hice una presentación en televisión haciendo de Mariano Iúdica. Si mañana me toca hacer a Fidel Castro o a Cristina, para mí es lo mismo: son seis meses de trabajo encerrado, poniendo mi alma en eso. La mímesis es un acto de amor, porque es prestarle el cuerpo a otro.
Siempre decís que no podés estar hasta los 50 años haciendo de Fito Páez. ¿Tu ambición sería dejar la mímesis y, para seguir con Aristóteles, pasar a la representación?
Es un crecimiento. Sin compararme, Sandro partió de Elvis, pasó a ser un chico que cantaba rocanrol y después balada, y terminó siendo lo más grande que tenemos acá junto con Gardel. Yo partí de la mímesis y ahora quiero despegarme de eso. Pero no por renegar; es un camino. Nunca voy a dejar de ser un animal mimético.
Igual, en este show nuevo volvés con tu galería de personajes.
Sí, pero trata precisamente de un actor. Es la historia de un hombre que por miedo se esconde tras las máscaras, y las deja.
¿Un actor se siente más seguro actuando detrás de la máscara de un personaje reconocible?
Cuando actúo, yo nunca soy yo, así que siempre me siento protegido. Yo me siento desprotegido en la vida, por eso actúo. Empecé a actuar para que me quisieran: necesitaba que me quisieran mucho. No mi familia ni una novia: necesitaba que me quisieran todos.
La búsqueda del aplauso.
Sí, pero no por un tema de divismo. Yo soy un laburante, tengo claro lo que es este negocio. Quería estar adelante de mil personas, entregarme y que se entreguen. Lo que me pasaba en los asados y las navidades, a mayor escala.
¿Eras el foco de atención?
Era el foco de atención naturalmente, porque era una necesidad mía tomar la posta de las reuniones. Era mi forma de seducir.
Tu intención de dejar la mímesis, ¿es para no quedar pegado a los personajes? ¿Para que no te pase lo que le pasó a Sapag después de los ‘80?
Si uno quiere hacer mímesis toda la vida, siempre hay personajes nuevos. Y no está mal. Personalmente, necesito expresarme de muchas maneras, soy muy voraz. Quiero llegar a los 90 años y decir “pude aprender todo en esta profesión que tanto amo”.
¿No hay siempre algo bizarro ligado a la mímesis?
No, no lo creo. En todo caso, a la actuación y al periodismo también: depende de quién lo haga. Vinieron periodistas muy bizarros a hacerme notas. Es más: creo que hay más periodistas bizarros que otra cosa.