viernes, 1 de junio de 2012

Martin Bossi "YA imite por bastante tiempo"

Martín Bossi: "Ya imité por bastante tiempo"

El cómico del momento estrena en Mendoza "El impostor apasionado", donde alterna music hall a lo Broadway, un unipersonal autobiográfico y una galería de caracterizaciones que desde su estreno ganó varios premios.

viernes, 01 de junio de 2012
No existe la mínima duda de que Martín Bossi es el humorista de mayor exposición mediática de estos últimos años en la televisión nacional. Sus imitaciones fueron tan comentadas que hasta los detractores del mismo Tinelli hicieron zap al 13 cuando el multifacético actor arrancaba con sus personajes. Su capacidad de mutar voz y postura física en un tris, de pasar de forma vertiginosa de una máscara a otra, hacían brillar sus actuaciones durante el codiciado prime time, calentando el rating de “ShowMatch” a 44 puntos.

El 2009 fue su año consagratorio desde lo masivo aunque sólo sería el comienzo. Estaba en realidad calentando motores. Hacía tiempo que ya demostraba sus habilidades histriónicas. Rebobinemos: en la televisión Bossi, hasta por aquel entonces con 34 años, ya se había maquillado y disfrazado para caracterizar a doscientas personalidades en series como “Los Roldán”, “Vale la pena”, “Alma pirata”, “La niñera”, “Patito Feo”, aunque la mímesis más rankeada fueron sin dudas los cuatro meses en que interpretó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el bloque “Gran Cuñado”, una parodia “con respeto”, cómo él mismo definió. No obstante, luego del cierre del programa, no la volvió a repetir. Se olvidó de ella. Fue precisamente su popular personificación de CFK la que le valió un premio Martín Fierro el año pasado.

Más allá de su comprobado talento mimético, el carismático Bossi dio un paso más alto, aunque arriesgado y le fue bien: estrenar “M, el impostor”, su propio espectáculo, donde alternó en partes iguales music hall a lo Broadway, el unipersonal autobiográfico y una galería de caracterizaciones que desde su estreno ganó varios premios, entre ellos el ACE, el Hugo y dos Estrellas de Mar.

“El título alude a una obra de la Secundaria sobre Borges y Perón donde actué de extra.
Borges, en una escena, le decía al coronel: ‘Todo actor es un impostor’”, recordó Bossi mientras desayunaba en un hotel céntrico preparándose para el estreno de esta noche de la secuela de “M”, “El impostor apasionado” (hoy y mañana en el Teatro Plaza).

En esta especie de volumen 2 que está paseando por varias capitales del país -incluso Santiago de Chile-, puede observarse como una síntesis de diez años de escenarios y un manifiesto personal de Bossi para demostrarle al público de televisión que es algo más que un imitador de gente de la farándula, que es en realidad un actor muy capaz de ir más allá del reflejo, un artista tan apto para inspirar risas como emoción.

Su espectáculo también puede verse como un discurso bipolar: allí hay máscaras, voluptuosidad estética, maquillaje, orquesta, bailarines y disfraces, pero también allí Bossi se desnuda, se sincera, se entrega íntimo y personal, se desmaquilla, se desprende de las caretas hasta mostrarse tal cual es. Jugar a la mentira y la verdad en un mismo tablero escénico.

- ¿Cómo te sentís en este momento de tu carrera?
- Súper. Me siento física y mentalmente bien. En cuanto a mi intelecto trato de estudiar mucho. Intento mantenerme vivo. Un rato me escapo a un gimnasio, otro rato salgo a caminar por la calle.

-¿Qué diferencias y similitudes tiene este espectáculo con el primero?
- Tiene de igual el estilo. La puesta en escena que fusiona la rama de la dramatúrgica que es la mímesis, mezclado con el drama, el stand up, la comedia. Pero este “impostor apasionado” cuenta una historia diferente. Es una evolución del primero. Es un show mucho más inteligente, diría yo, que el anterior. Es el segundo capítulo de la saga de este personaje que he llamado impostor. Tanto en la primera como en la segunda obra, las caracterizaciones están al servicio de la historia. La historia se relata a través del proceso de un actor en su intento de desprenderse de varias máscaras y de allí surgen los personajes, no al revés. Los que necesito vienen, aparecen, son funcionales al show. Los personajes no van primero. Es la historia la que arrastra a los personajes.

- ¿Qué tanto de autobiográfico tiene esta secuela a diferencia de la primera?
- Y tiene mucho. A mí me pasan muchas cosas que le pasa a todo el mundo. No me considero especial. Gracias a Dios, porque comparto muchas cosas con la gente. El primer espectáculo hablaba de mi relación con mi madre. Pienso que la mayoría de nosotros tiene una relación de amor-odio con la madre. En esta continuación me focalizo en la idea de sacarme las máscaras y el camino a la verdad. Creo que todos nos queremos sacar las máscaras y encontrar la verdad.

- Una vez que te quitás todas las caretas, ¿cómo manejás ese nivel de intimidad en el escenario, esa exposición?
- En realidad, a veces me da vértigo, es como saltar desde muy alto. Sin duda, soy un gran impostor porque la he piloteado bastante bien.

- ¿Te han ofrecido volver al cine?
- Si, tengo una oferta para volver a trabajar junto a Graciela Borges. Una actriz que considero como mi familia. Es un gran ángel, una gran amiga. Tenemos un vínculo afectivo fuerte.

- ¿Vas a volver a la televisión?
- No es mi idea. Quiero volver al teatro y al cine. Hacia allí está canalizada toda mi energía ahora. La tele no es un lugar que ahora elija como un espacio de desarrollo artístico. Podría hacer algo muy descolgado, una presentación pero nada impactante, ya no como fue hace dos años atrás.

- ¿Vos buscás a los personajes o los personajes te encuentran a vos?
- Creo que son las dos cosas. Por ejemplo, sé que hay personajes en boca de la gente que tiene un poder tan fuerte de identificación que la gente pide que los imite. Por otro lado, también están otros que aparecen porque querés. He ido al pasado. Me gusta esa idea. Me gustaría abordar otros personajes como John Lennon, Michael Jackson, Janis Joplin, Prince. Sin embargo, ahora quiero hacer mis propias experiencias personales. Plasmar mi propia imagen.
Ya imité por bastante tiempo.

El domingo pasado Martín Bossi compartía una terna de los Martín Fierro. Estaba nominado por su actuación en “Los únicos”, como “mejor participación especial en ficción” -un delirante supervillano llamado Patrón Carranza- , premio que finalmente se fue en manos de Jorgelina Aruzzi.

- Si hubieras ganado otro Martín Fierro, ¿a quién habrías agradecido esta vez?
- En realidad, obviamente, a mis compañeros de la serie. Me encantó interpretar un personaje que no tenía que ver con la mímesis. De hecho, me gustaría volver a componer un personaje completo. Quiero seguir en esa dirección. El personaje que construí en la peli “Viudas” también fue en esa dirección, me encantó personificarla (por interpretar a la travesti Justina, Bossi obtuvo una nominación como “revelación masculina” en los premios Cóndor).
Pablo Pereyra- ppereyra@losandes.com.ar

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