sábado, 21 de enero de 2012

Nota de Uruguay a Bossi

Sábado Show


Martín Bossi presenta "el impostor apasionado"

"Quiero empezar a sacarme las máscaras"

Llega al Hotel Conrad de Punta del Este la segunda entrega de la saga "El impostor", el music hall con el que el argentino busca al actor que está detrás de tanto maquillaje.
Por: Analía Filosi
La pasión de un hombre que necesita empezar a amar sin máscaras. Esa es la historia que cuenta Martín Bossi en El impostor apasionado, su segundo espectáculo de music hall con el que está recorriendo varios escenarios, entre ellos el Hotel Conrad de Punta del Este (23 y 24 de enero). "El impostor es una saga y estamos haciendo el segundo capítulo. Cambia la historia, es otro vestuario y hay nuevos personajes. Éstos están al servicio de la historia, la imitación es una excusa absolutamente secundaria", explica el humorista. Luis Miguel, Joaquín Sabina, Fito Páez y Charly García son algunos de los cantantes que imita en un espectáculo que cuenta con veinticinco personas en escena, entre bailarines, coristas, una actriz y una orquesta en vivo.

Bossi aclara que no hay políticos en su espectáculo. "Nunca fue mi fuerte imitar a los políticos al margen que, a nivel televisivo, empecé por hacer a Cristina Kirchner, pero no es lo que más me atrae. Lo hice porque me lo pidieron en ese momento, lo exigía la situación", señala quien supo ponerse no sólo la máscara de la Presidenta argentina, sino también la de Mauricio Macri, a pedido expreso de ShowMatch.
Ya desde esa época, Bossi decía que no se consideraba un imitador, sino un actor que aprendió a opinar con humor. "No es un juicio de valor, no soy mejor ni peor por eso. Soy un actor que tiene el cuerpo al servicio de lo que da", agrega ahora y recuerda que, aún imitando a políticos, siempre trabajó con total libertad. "Nunca me crucé con Cristina (Kirchner) ni supe nada de ella. Esos meses trabajé a conciencia, con mucha libertad. Gracias a Dios en mi país hay libertad, lo digo porque a veces piensan que te dicen algo o te sugieren algo. Estaba imitando a la Presidenta en un momento difícil del país, y yo no vi más nada que las cámaras. Cuando terminó, me saqué la máscara, fue una hermosa anécdota en mi vida y se acabó".
Sí se vio con otras de sus "víctimas". "Me crucé con Mirtha (Legrand), con Macri… a todos los actores que he imitado en Argentina me los he cruzado en algún momento. Yo puedo tener muchas limitaciones, pero trato de ser muy respetuoso. Y si a veces no lo logro, pido perdón desde ahora. Sinceramente no se han quejado", dice.
OPINIÓN, NO IMITACIÓN. Generalmente los personajes que ha imitado en la televisión han sido a pedido. "Si mañana Diego Forlán está de novio con tal persona o a Francéscoli le dan el Premio Nobel de la Paz, tenés que salir a imitarlo", explica. "En el caso de los espectáculos, son personajes que me sirven a la historia que quiero contar. Tenés que admirar a las personas que imitás o te tienen que generar rechazo, se puede laburar desde muchos lados".
Para el humorista, el proceso para llegar al personaje imitado es como el de cualquier actor que compone un personaje. "Yo hice un travesti en la película Viudas, y le puse la voz, el pensamiento y el cuerpo que yo pensaba, y nadie me juzgó por eso. En las imitaciones, cuando ves un cantante, un político, un actor, ya hay una voz… Es algo muy profundo porque si ves mi laburo, las voces no son iguales, el tema es hacerle creer a la gente que es esa persona, es un tema de actuación. Por eso no hablo de imitaciones, porque no conozco lo que es imitar. Creo que hay setecientos imitadores mejores que yo. Lo mío es una opinión, no una imitación", recalca.
Más allá de esta postura, Bossi sabe muy bien que las imitaciones le han dado buena parte de su fama. "Uno no reniega. Querés evolucionar y quizás hacerlo sea empezar a investigar desde otro lugar. A veces me veo imitando en cinco o seis años y comienzo a sentirme como grande en el sentido de que es hora de empezar a emitir otras cosas, la ley lo obliga", destaca quien hoy está trazando su carrera bajo la consigna de "sacarse las máscaras". "Es lo que estoy buscando. El impostor apasionado trata sobre empezar a sacarme las máscaras, sobre un actor que se empieza a despojar".
Y este actor lo está logrando, en 2011 hubo dos buenos ejemplos de ello. En TV fue Patrón Carranza, el villano narco de la comedia Los únicos. "Me llevaron a conocer a un chico que se llama Mauro, que había sido narco. Ahora es rector de una fundación que recupera chicos de la delincuencia. Por eso me acerqué, sino imaginate que me muero de un infarto. Le copié la forma de hablar, todo el vocabulario paisa. Investigué sobre lo que es Colombia y la parte de los paisa. No te digo que la gente se tiraba de los apartamentos para saludarme, pero tuvo aceptación, creo que les gustó además de a Adrián Suar y Marcos Carnevale, que fueron los que me dieron la oportunidad".
Carnevale fue además su director en la película Viudas, el otro ejemplo 2011. Allí, Bossi encarnó a Justina, la mucama travesti del personaje de Graciela Borges, una mujer que al morir su marido se entera de que tenía una doble vida y entra en contacto con "la otra" (Valeria Bertuccelli). "Es un travesti a medio terminar, muy masculino. Traté de no copiar nada, no busqué ningún estereotipo, al contrario, traté de no caer en el travesti común. Lo que tomé es el temor, el resentimiento y el duelo que tenía el personaje. Me pidieron que por una vez en mi vida no busque estereotipos. Creo que por eso fue querido el personaje, no cayó en lo común".
DEL BROADWAY A BROADWAY. "Estaba laburando en el Teatro Broadway, en Calle Corrientes, y me dicen: `te vienen a ver de Broadway`. Y respondo: `¿me vienen a ver del teatro?`. Fue muy loco, me vieron en YouTube". Así recuerda Bossi la forma como importantes productores de Broadway llegaron a él para proponerle ser parte de una gran comedia musical que, a fines de 2012, estaría subiendo a escena del Madison Square Garden para contar la historia de la música, desde Los Beatles a Freddy Mercury.
"El último contacto fue en enero de 2011 y nos tenemos que volver a reunir ahora, cuando volvamos de la temporada, en marzo, para ver en qué quedó eso, cómo va. Sigue en camino. Igual es un sueño tan grande que yo no lo veo posible, me parece una locura. Pero está ahí y es verdad", manifiesta esperanzado. "Si bien hablo de sacarme las máscaras, si me las tengo que poner al servicio de eso, me puedo volver a poner los cortos. Es la comedia musical lo que me interesa, no es que salgo a ponerme las máscaras por ponérmelas".
Y si el proyecto no sale, seguirá en lo suyo. Por lo pronto tiene claro que no quiere hacer TV por este año. "Tuve varias propuestas, no voy a decir de quiénes, pero dije que no. No me interesa salir hoy en TV. Hay que hacerlo esporádicamente. La tele me encanta, le debo mucho, la hice durante diez años. Hoy no me copa participar en los formatos que hay. Se convirtió en un lugar de realities, competencia, shows musicales, gente que se confronta… no tiene que ver con la actuación. A mí me gusta el teatro, no sé si está mal. Me siento culpable diciéndolo, yo soñé mucho tiempo con trabajar en tele. Pero ahora, si me ofrecen cosas y no las siento, me agarra como culpa", confiesa.
"Aclaro que no soy un tipo que estoy hecho ni mucho menos, recién me pude comprar mi casa el año pasado. Tengo 37 años y laburo desde los 17, he vendido perfumes, hace tiempo que la vengo remando", apunta quien se preparó mucho para estar donde está y, a pesar de todo, considera que le falta talento. "Te juro que no soy un tipo talentoso. Hice seis años de arte dramático, hace siete que hago danza, hago expresión corporal, clown, canto hace ocho años, me la paso frente a un televisor con profesores… la verdad que soy bastante de madera. Tendría que ser mucho mejor de lo que soy".
Piensa que "todos tenemos un talento para algo, la virtud es encontrar para qué tiene talento uno y dedicarse". Y, si es posible, salir al mundo para mostrarlo. "Es la primera vez que salgo de Argentina con mi espectáculo de teatro. Trabajé afuera, fui a Alemania a laburar con VideoMatch, pero con mi espectáculo es la primera vez. Se trata de empezar a abrir un poco las puertas de América. Mi sueño es recorrer el mundo con mi music hall, con mi idea".

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