Martín Bossilogró lo que pocos logran: despegarse de la sombra de Marcelo Tinelli. Después de
saltar a la fama
por su imitación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el humorista desplegó una
obra propia y logró la cálida recepción del público.
Pero, ¿qué
era de su
vida antes? Después de dedicarse durante diez años a
dar clases de
tenis, la
crisis lo tocó y tuvo que
salir a
vender perfumes con el
sistema “puerta a puerta”.
“Lo hice
dos días. No aguanté más. Me daba vergüenza tocar las
puertas de las casas; odiaba que me trataran como a un evangelista. Aparte, como era morochito, pensaban que les iba a robar y me echaban de todas partes”, recuerda el humorista en una
entrevista concedida a la
revista Pronto.
El
tiempo pasó, el humor lo consagró y hoy
disfruta del éxito que le dio su breve paso por las huestes de Tinelli.
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