martes, 17 de julio de 2012

Entrevista a Martin Bossi


El gran impostor del espectáculo nacional en diez palabras que recorren sus comienzos y su presente exitoso. Desde el barrio y su pasado en el tenis hasta sus derrotas sentimentales.“Me falta muchísimo para ser artista”, declara.

INFANCIA
Tuve una infancia difícil, como cualquiera. Tampoco me voy a hacer el mártir pero perdí a mi viejo, perdí a mi tía que era muy joven, es decir, tuve suficientes... pérdidas como para vivir cosas feas en mi vida.Decepciones en el amor, en la amistad, pero esos siete años u ocho años de la infancia quedan en mi alma. Yo siempre sonrío con el alma, después puedo estar serio pero esos siete años me marcaron mucho, todos esos olores, esos colores, tengo mucha sensibilidad en ese sentido y recuerdo todo. Hoy la infancia es notablemente distinta, todo lo que nosotros hacíamos con el cuerpo, los chicos de ahora lo hacen con una maquina. Esa es la desventaja que tienen.Yo daba clases de tenis a chicos de jardín de infantes, le tirás un pelotita a un pibe y se le cae, a nosotros nos tirás un huevo a tres metros y te lo cazo. Vivíamos en un potrero, yo trepaba, saltaba de los árboles, imagínate el cuerpo, hoy los pibes están todo el día sentados, ellos son más cultos que nosotros pero…

BENDICIÓN
Las cosas que me dijo Sandro fueron muy importantes. En realidad después uno se olvida de las cosas pero un día cuando me sucedió lo de llegar a la calle Corrientes me acordé, justo el día que me sucedió hacia tres días que Roberto había partido de gira como dicen. Son cosas que uno después se da cuenta. Mi viejo me habló toda la vida, 18 años hablándome y un día se fue, y cuando empecé a pisar los 30, dije: “ah esto me lo decía el loco”. Las palabras de Sandro fueron muy importantes después, conocer a Roberto fue conocer a Dios, para mí era Dios.

DEPORTE
El deporte me dió todo, el deporte me dió amigos y muchas cosas más. Primero todo lo corporal y físico que te da el deporte, a mí también me llevó a no consumir alcohol, soy un tipo relativamente sano desde ese punto de vista, quizás no sea sano desde otro lugar. El deporte me dio amigos, me dio el principio, me dio estar en un club. No me crié en el club de un country o en la ciudad de Buenos Aires que hay 700 cuadras y no sabés quien es quién. Me crié en “Los Andes” de Lomas de Zamora, vivíamos con los muchachos de la barra de la esquina, tuve en una aventura, a mi marcó todo eso, absolutamente todo eso.DERROTASAprendí a perder de muy chico, el tenis me enseñó a perder mucho. Después estudié clown que es una técnica de payaso, que está muy de moda, que también te enseña a fracasar. O sea, no le tengo miedo al fracaso. Después vino el tema de rebotar con minas porque era muy encarador de pibe, me acuerdo de Vanesa, la panadera que me enamoró una vez, era tan linda que dañada y me trató mal. Te juro que lloraba y mi vieja me decía: “pará, tenés 22 años”. Me sentía Shakespeare, canalizaba todo en la conquista, en algunos boliches chetos por ahí ganabas una y rebotabas cien y para mí rebotar era un gran rechazo, como que no me quieren, entonces todo eso me fue formando.

CINE
Yo me enamoré del cine, el cine te enfoca el alma. Mi primer papel fue riesgoso (en la película Viudas), podía fácilmente arruinar la película porque empecé por lo más difícil: representar a una travesti, rollinga, paraguaya. Empecé con todo en contra, pero tuve una gran dirección de Marcos Carnevale y actuando con Valeria Bertuccelli y Graciela Borges, sino tenés verdad, tenés que dedicarte a otra cosa. Me ayudaron y me tomé siete meses de mi vida y no quería fallar. Hay que investigar, me pasé la vida observando, yo vengo de un barrio donde no había travestis, tengo amigos de todo tipo de elecciones sexuales y religiones pero no de ese tipo, entonces fui a buscarlos cuando me enteré lo que tenia que hacer y hablé con ellos.

ARTISTA
Para mí un artista es Charly García, Da Vinci, Mozart, Beethoven. A mí me falta muchísimo para ser artista, me falta un camino largo con mucha más profundidad, me falta transformar la realidad mucho más de lo que la transformo. Soy un hombre que trabaja de actor, ojalá pueda llegar a ser actor, soy un tipo que estudia. La tele me sirvió para ser más conocido y a conocer a algún que otro amigo que los cuento con una mano. Sin embargo, soy un agradecido a la televisión porque me dio la oportunidad de que muchos me conozcan.

PERSONAJES
En realidad, todos se acercan a mi porque hoy están todos guiados por mí, por mi manera de pensar, todos tienen que ver conmigo. Antes te podría decir que no, pero hoy todo tiene que ver conmigo, me hago cargo de lo que pasa. Si no tengo nada para contar me quedo en mi casa, no hace falta estar si no tenés nada interesante que contar.

APASIONADO
Tengo una gran pasión por este trabajo, realmente amo lo que hago. Lo que me gusta remarcar es que no soy un iluminado ni un tipo muy talentoso, soy un tipo que tiene trabajo, siempre digo que se puede trascender estudiando. Hay que meterse en talleres, en la facultad, hay que buscar y se puede llegar con el estudio. 


GIRAR
Voy a hacer “El impostor” hasta agosto por grandes ciudades y algunos países, estuvimos en Chile, en Uruguay, vamos a estar en Perú, tenemos una oferta en México y ya tenemos cerrado un mes en España en marzo del año que viene, después en agosto vamos a hacer 12 semanas en el Astral para “El impostor apasionado”. Por otro lado, estamos escribiendo con dos años de anticipación el próximo espectáculo.

OBJETIVOS
Tenemos un guión grande con Graciela Borges. Con Grace me gustaría repetir otra experiencia desde otro lugar, la amo profundamente y tener la posibilidad de compartir y actuar con ella no la quiero perder. Los objetivos pasan por seguir aprendiendo y nada más, y vivir como dice Joaquín Sabina: “Vivir la vida un ratito”, salir a correr, comer un asado, nada más. Sí, me quedan sueños, (sonriendo) hacer el gol de Maradona a los ingleses, pasar una noche con Penélope Cruz, que me aplauda la cancha de Boca de pie (risas).
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